La vida y obra de Benito Juárez siempre ocupan un espacio importante en la historia del pueblo mexicano.
El expresidente Benito Juárez García nació el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca, cuando lo que hoy llamamos México, era el Virreinato de la Nueva España.
Con una niñez precaria, estudió varios años por sí mismo y llegó a la ciudad de Oaxaca, donde ingresó al seminario y concluyó sus estudios de latín, Filosofía y Teología.
Sus inicios en la política datan desde el año 1831, cuando se desempeñó como Regidor del Ayuntamiento de Oaxaca. En 1833 fue elegido diputado y, en el año 1847, asumió como gobernador de Oaxaca.
De origen zapoteca, Juárez llegaría a ocupar la presidencia de México en repetidas ocasiones.
Realizaría uno de los hechos más importantes de la vida del país: proclamar las leyes de reforma, consumando la separación entre los bienes de la iglesia y del Estado.
En 1855 es nombrado ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo desde el que promulga la conocida como «Ley Juárez», instrumento que sirvió para abolir los privilegios de militares y clérigos.
En 1857 fue electo presidente de la Suprema Corte de Justicia, labor que desempeñó hasta diciembre de ese año, cuando se hizo cargo de la Presidencia mexicana.
Es el primer y único presidente de origen indígena de México: su mandato duró 5 periodos: de 1857 a 1872.
Conocido como Benemérito de las Américas por su lucha contra la invasión francesa, Benito Juárez estableció las bases sobre las que se funda el Estado laico y la República Federal en México.
Durante el tiempo que fungió como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, defendió la Constitución de 1857.
«Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz».
Benito Juárez
Dicha frase fue expresada el 15 de julio de 1867 al ser derrotado el ejército imperialista, en la que asentaba sus profundas convicciones nacionalistas.
Su legado es su propia fortaleza, triunfando primero ante los conservadores, luego frente al Segundo Imperio.
Benito Juárez, portando siempre la bandera liberal, falleció el 18 de julio de 1872, tras una vida llena de innumerables episodios.