Los niños tienen dudas o curiosidad, descubriendo poco a poco lo que son y lo que los rodea, aunque no todo sea bueno. Por eso es importante hablar con ellos de la desigualdad en el mundo.
La psicóloga infantil Sara Tarrés asegura que, tarde o temprano, nos van a preguntar si somos pobres o ricos, o por qué alguien pide dinero en la puerta del súper, o por qué limpian un parabrisas en un semáforo.
¿Por qué explicar estos temas es importante? Primero, porque no podemos dejarles al margen de la realidad: meterlos en una burbuja y evitarles desengaños o desilusiones con los que se toparán a lo largo de la vida.
Los psicólogos consideran que el estilo sobreprotector, produce a largo plazo más dolor del que pretende evitar.
Otra razón para hablar de desigualdad en el mundo es porque aun intentando mantenerles alejados de la cruda realidad, ellos mismos lo descubrirán más pronto que tarde, ya sea por casualidad jugando, paseando por la calle o mirando televisión.
«Explicarles a nuestros hijos que existen estas diferencias nos permite educar en valores tan importantes y necesarios como son la humildad, el sentido de la justicia, la generosidad, la compasión, el altruismo o la empatía», agrega Tarrés.
Son valores que deben ser potenciados desde la familia y la escuela para contrarrestar injusticias, egoísmo, la falta de solidaridad con la que tantas veces nos topamos en nuestro entorno.
Para la psicóloga Mireia Carrera es importante educar en el respeto y la igualdad, «explicarles por qué hay diferencias sociales es contarles que unos tienen más dinero que otros, pero no por ello unos son más felices que otros o tienen más amor».
«Para algunos niños, también dependiendo su edad y comprensión, entender que hay hambre en el mundo, que hay otros niños que no tienen juguetes o ropa, es una idea demasiado amplia y puede que abstracta».
¡Hablemos con nuestros hijos! Siempre habrá manera de explicarles para ayudarles a entender cómo son las cosas y, quizás, cómo podrían mejorar.