Por Martha Lorena Uriostegui Figueroa
La Tierra, ese tercer planeta del sistema solar que, visto desde el espacio, luce fantástico: como una canica perfectamente diseñada, no sabemos por quién, pero impresionante y bellísima.
Esta Tierra majestuosa, por naturaleza está en equilibrio con su medio ambiente, pero ¿a qué se le llama equilibrio ambiental?
¿Será que cada continente debería tener el mismo número de especies animales y vegetales? ¿Tal vez que los humanos se distribuyan por toda la superficie del planeta?
Todo lo que nos rodea e influye sobre nuestras vidas se llama, medio ambiente. Se incluyen la corteza terrestre, los océanos, la atmósfera, las plantas y los animales.
El medio ambiente cambia si se le agregan o quitan elementos en forma desequilibrada. Las grandes talas de bosques o manglares pueden afectar el equilibrio ambiental.
Muchos de los elementos que extraemos de la Tierra se tardan millones de años en ser reemplazados naturalmente, como por ejemplo los metales y los combustibles fósiles.
Si los utilizamos muy rápido terminaremos por acabarlos, como está sucediendo con el petróleo y el gas natural, dos fuentes de energía no renovable que hasta la fecha son las principales que usamos en el mundo.
Otros elementos como la madera de los árboles se restablecen más rápido, pero si la cortamos intensamente acabaremos con los bosques, y el paisaje y la vida misma serán muy distintos.
Sustancias que producimos, como los venenos, sustancias químicas y los desperdicios, no se eliminan con la rapidez con que los incorporamos en el medio ambiente y, al acumularse, lo contaminan.
Por esto, la contaminación industrial puede ocasionar cambios en la atmósfera del planeta, ya que daña el aire, el suelo y el agua.
¡Lo importante es mantener el equilibrio ambiental con cada una de nuestras acciones y así dañar lo menos posible a nuestra Tierra!