Por Ana Rosa Canseco
Cuando hablamos del valor de la responsabilidad, siempre pensamos en las acciones que debemos hacer de manera adecuada.
Para ello debemos pensar que la responsabilidad se debe trabajar en la primera etapa de la infancia, donde los niños están dispuestos a aprender muchas cosas e ir adquiriendo experiencias.
¡Esta tarea se debe ir fomentando con paciencia y dedicación!
La responsabilidad es uno de los valores que queremos que nuestros hijos e hijas aprendan desde pequeños, en consecuente primero definiremos el valor de responsabilidad.
«La responsabilidad garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. Toda responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber.»
Dicho en otras palabras, la responsabilidad de cada individuo tiene que ver con el cumplimiento de tareas, pero a su vez de obligaciones lo que hace es que obtenga confianza y tranquilidad entre la sociedad o grupo de personas.
Educar a niños es una tarea a largo plazo porque los adultos deben ir enseñando a los infantes mediante el ejemplo, con juegos e ir dejando ciertas tareas de acuerdo con la edad que presentan los niños.
Desde pequeños podemos ir enseñando que pueden recoger sus juguetes, a desvestirse y vestirse, guardar sus útiles escolares o incluso ayudar a actividades de la casa, y conforme van adquiriendo más edad la responsabilidad irá creciendo.
Los niños deben ir aprendiendo a asumir la responsabilidad de las conductas inapropiadas, al igual que sus pensamientos y decisiones.
Conlleva que la sociedad de aprobación satisfactoria y los individuos se sientan satisfechos de sus buenas acciones y dichosos cuando actúan responsablemente ante todos, y a su vez favorecen su autoestima.
Debemos dar ejemplos para que los niños aprendan de esta manera a ser responsables e irlos corrigiendo cuando una acción no sea la correcta.
Ante ello se darán algunos ejemplos de como pueden ir adquiriendo la responsabilidad los niños de acuerdo con su edad.
A esta edad los niños aún no tienen autocontrol, actúan mediante las prohibiciones y mandatos que los adultos les dan, no saben entre el bien y el mal, las acciones que realizan siempre son guiadas por los adultos por ejemplo guardar la ropa, colocar los utensilios de la mesa, etc.
A diferencia con el anterior aquí los niños ya van adquiriendo más control de sí mismos, imitan las conductas de los adultos, aprende a compartir y esperar turnos en los juegos y sabe jugar con otros niños.
En esta etapa ya se le pueden ir dejando responsabilidades como por ejemplo cuidar de su hermanito pequeño siempre y cuando esté un adulto cerca de ellos.
Se le dejan tareas mas complejas como guardar sus útiles escolares en la mochila, ocuparse de algún recado dentro del entorno familiar, etc.
Aquí continúa con la guía del adulto diciéndole que debe hacer y que no debe hacer.
Ya es un poco más autónomo, puede realizar tareas sencillas de casa como limpiar el polvo de algunos muebles o de la mesa, elegir la ropa que va a usar, entre otras.
¡Les gusta ayudar y realizar encargos sencillos!
En esta edad los niños van tomando conciencia de sus actos. Aún se guía con las conductas de los adultos y son capaces de administrar un poco de dinero para gastar en el colegio.
En la parte social buscan hacer grupos de niños del mismo sexo, cumple con las indicaciones al orden de la letra y puede ir de visita con sus mismos amigos del condominio sin salir a la calle.
La responsabilidad se va a ir adquiriendo conforme a las etapas de desarrollo de los niños y depende mucho del entorno en el que se desenvuelve el niño y de las tareas que poco a poco se le vayan dejan de acuerdo con su edad.
Referencias
M.ª Asunción Fernández Díaz, José Luis Idoate Iribarren, M.ª Carmen Izal Mariñoso, Irene Labarta Calvo. (Dakota del Norte). Desarrollo de conductas responsables de 3 a 12 años.