La historia se remonta a 1970, año en que se celebró por primera vez el Día de la Tierra: un movimiento ciudadano que celebramos cada año el 22 de abril.
En aquella ocasión, cerca de 20 millones de personas salieron a las calles de Estados Unidos para protestar contra los derrames de petróleo y la contaminación de los ríos.
Pero no fue sino hasta el año 2009 cuando la ONU decretó su conmemoración cada año.
Sin embargo, desde la primera Cumbre de la Tierra celebrada en Estocolmo en 1972, se establecieron las bases de las acciones a emprender para cuidar el agua, la flora y fauna y en educación ambiental.
¿Sabías que desde entonces el planeta ha perdido más del 30 por ciento de su biodiversidad y enfrenta problemas como el calentamiento global?
Cada año se hace un llamado a impulsar acciones que beneficien al planeta y establecer un diálogo de largo aliento sobre los daños causados al medioambiente.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada cuatro meses una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos y de éstas el 75% proviene de animales.
Con esto, se demuestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
Por esta razón, del medioambiente depende de manera directa la salud del planeta y los más de 7,700 millones de personas que vivimos en la Tierra.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostiene que restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva,
«Este Día de la Tierra tenemos una oportunidad importante para desafiar a los líderes mundiales a que vean el cambio climático como lo que es: una amenaza de seguridad mundial apremiante», advirtió Kathleen Rogers, presidenta de earthday.org.
¡Feliz Día de la Tierra!