Hay buenas razones para que los niños tengan actividades manuales en casa, las cuales, además, podrían unir a la familia en ratos de creatividad e ingenio.
Estando en casa tenemos la oportunidad de incursionar en diversos pasatiempos que permitan distraerse a los niños, pero también incentivar nuevos intereses. ¡Y eso contribuye a su desarrollo también!
Ya sea leer, aprender un idioma, hacer alguna actividad física y, por qué no, hacer manualidades.
Según la psicóloga Paulina Pérez, lo primero es que se trata de una actividad que permite expresar emociones, canalizarlas de forma saludable.
Además, a través de éstas podemos enfocar la atención, refinar habilidades o descubrir otras formas de entretenimiento que, a la larga, podrían ser determinantes en gustos personales y hasta vocaciones.
Los niños y niñas de esta nuevas generaciones están sumergidos en tanta tecnología (y aún más tomando clases de manera virtual), pasando muchas horas frente a una pantalla, ocasionándoles cansancio, estrés, etc.
Es verdad que para los pequeños, la mayor parte de su desarrollo y aprendizaje está enfocado en la interacción con sus compañeros, pero mediante las actividades manuales encontramos otros beneficios.
Favorecen la autoestima y autoconfianza, la paciencia, concentración y perseverancia.
Por eso pienso que es de gran importancia irlos encaminando en hacer otras actividades, ¡y existen infinidad de ellas!
Y en estos tiempos es buena idea porque «les cambia el chip a los niños», pues ponen en juego su imaginación y se desconectan de aparatos móviles.