Por Francisco Moreno
Es común que se tenga a los videojuegos en mal concepto, principalmente por la gente adulta. Se consideran como una vía de distracción y entretenimiento más que otra cosa.
Si bien todo en exceso es malo, y eso no se exime en los videojuegos, también el uso de estas plataformas y consolas, conlleva distintas ventajas.
Los videojuegos promueven distintas habilidades que se desarrollan mientras se está concentrado y atento en estas tareas. A continuación, veremos algunas de ellas.
Distintos estudios han comprobado que el jugar videojuegos desarrolla las habilidades lectoras de los niños que realizan estas prácticas.
En algunos videojuegos es de suma importancia las instrucciones o indicaciones que recibes, de tal manera, el leer saber leer y tener buena comprensión lectora, es indispensable para avanzar.
A manera personal, como videojugador, puedo comentar a propósito de lo anterior, que gracias a los videojuegos aprendí un poco de inglés cuando era niño.
En antaño, los videojuegos venían sólo en inglés, y para poder entender lo que se me pedía, había que estar con un diccionario a la mano.
Nos permiten desarrollar nuestra capacidad de observación y comprensión del entorno. Esto se debe de manera particular aquellos en donde se maneja un «mundo abierto».
En los juegos con un mundo abierto, el videojugador debe de recorrer distintos escenarios, observar y comprender mapas, localizar ubicaciones, todo esto para lograr los objetivos deseados.
Los videojuegos nos permiten asimilar distintos tipos de problemas, así como refuerzan virtudes tales como la paciencia y la tolerancia, promoviendo a la par que se desarrolle nuestra inteligencia.
Lo anterior se debe a que cuando juegas un videojuego, dependiendo de este, es distinto el reto. Las habilidades motrices y mentales utilizadas en los videojuegos, varían dependiendo del mismo.
Los videojuegos no solo brindan a quienes los utilizan, la posibilidad de conocer distintos mundos, sino que también permitan que puedan producir los propios.
Existen juegos especializados en la creación de sus propios entornos, hábitats o retos, que el videojugador puede desarrollar, fomentando así su lado creativo.
Si bien, los videojuegos nos proporcionan distintas ventajas, también, el practicarlos o estar frente a un televisor en exceso, jugando, no es lo más sano precisamente.
Algunos efectos negativos que pueden causar es: sedentarismo, ansiedad, aislamiento, perdida de la realidad, entre otros. De ahí la importancia, según los expertos, de jugar de 1 a 2 horas al día.
Recuerda que los videojuegos son para divertirnos, y relajarnos, pero no debe ser una excusa para no seguir con nuestra vida diaria. Juega siempre con responsabilidad y con prudencia.