Por Cinthya Paulina Mejía Cervantes
La motivación es aquello que nos «mueve» (del latín motivus), que nos incita a hacer algo con gusto. ¡Y motivación y aprendizaje van de la mano!
Es el interés que nos despierta al querer realizar una actividad. La motivación puede ser originada de manera fisiológica o psicológicamente.
El aprendizaje es el camino del conocimiento, del saber. ¿Cuántas veces no te has puesto a pensar que el aprender algo nuevo es algo muy complicado o que simplemente «no se te da»?
Como el aprender un idioma nuevo, aprender sobre una nueva materia o el aprender a desarrollar una destreza como lo es manejar, andar en bicicleta o en patines, entre muchas otras.
Sabemos que el aprendizaje base lo recibimos en casa y se complementa una vez que ingresamos al colegio. Una vez que recibimos aprendizaje en las aulas, desarrollamos nuevas áreas de conocimientos, habilidades y valores que los docentes nos invitan a conocer.
La calidad de la enseñanza de los profesores es fundamental para que los estudiantes se sientan motivados al querer iniciar un nuevo aprendizaje.
Muchas veces, la razón por la cual un estudiante decide iniciar o seguir un aprendizaje, es la motivación que tenga hacia éste.
Como docentes debemos darnos a la tarea de saber qué es lo que les motiva, qué les gusta, así como saber cómo aprenden (estilos de aprendizaje) para que, de esta forma, anclemos sus motivaciones a los contenidos temáticos o bien, hacia algún aprendizaje que les queramos enseñar.
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A continuación, te presentaré algunas recomendaciones que pueden llevar a cabo como docente o también como padre/ madre de familia para lograr motivar a los chicos a realizar aquello que queremos enseñarles:
1. Asocia ese aprendizaje con hechos o situaciones por las cuales ellos estén pasando.
2. Date tiempo de escuchar qué les gusta, qué les motiva y buscar la forma de cómo mezclar sus gustos con los aprendizajes esperados.
3. Compárteles tu experiencia y relátales cómo lo viviste y qué aprendiste de ello.
4. Dales autonomía en el desarrollo de su propio camino a ese aprendizaje, sin dejar de fomentar la autodisciplina. No los forces a aprender algo en una sola manera, enséñale que puede hacerlo de distintas formas logrando un mismo objetivo.
5. Créales un entorno agradable de aprendizaje (música, buena ventilación, algún objeto motivacional que pueda tener consigo, luz, etc).
6. Valora positivamente sus logros con frases de ánimo (escritas o dichas). Trata de hacer esto de manera constante.
Estas recomendaciones te ayudarán a conocer más a tus chicos, además de que lograremos que ese aprendizaje se disfrute y sea realmente significativo no sólo para ese instante sino para la vida misma.
Referencias: Carrillo, Mariana, & Padilla, Jaime, & Rosero, Tatiana, & Villagómez, María Sol (2009). «La motivación y el aprendizaje». Alteridad. Revista de Educación, 4(2),20-32. [fecha de Consulta 27 de Julio de 2020]. ISSN: 1390-325X.