Muchos se reciclan, es verdad, pero el desperdicio de plásticos que acumulamos cada año sigue siendo un problema para la ecología mundial.
Se estima que existen unas 4.900 millones de toneladas de plástico que terminan en vertederos o en el mar, siendo un graves problema ambiental.
¡Pero existe un método esperanzador en la lucha contra el plástico desarrollado por químicos de la Universidad de Oxford!
Hallaron una forma de convertir botellas de plástico, bolsas y otros envases en una fuente limpia de hidrógeno con capacidad de reutilizarse como combustible limpio.
Este método encabezado por Peter Edwards de la Universidad de Oxford, exploró métodos preexistentes para mejorar los resultados, además de que consumen menos energía para hacerlo.
EL equipo rompió el plástico en pequeños pedazos mezclándolos, y posteriormente mezcló los pedazos rotos con un catalizador de óxido de hierro y óxido de aluminio.
Cuando la mezcla se colocó y calentó en un microondas, ¡el catalizador ayudó a las piezas de plástico a liberar su hidrógeno de forma veloz! En unos pocos segundos, se liberó el 97% del gas en el plástico.
Debido a que el catalizador fue el que se calentó principalmente, se requirió menos energía, quedando sobras que eran casi completamente nanotubos de carbono.
El método abre un área completamente nueva con gran potencial para la selección y uso de residuos plásticos que podrían aportar combustibles más eficientes que abandonen las energías fósiles.
Actualmente los científicos se han centrado en pedazos de plástico con un peso aproximado de 300 gramos, aunque comenzarán a experimentar con piezas de mayor tamaño y evaluando los resultados.
Y quién sabe, tal vez en poco tiempo podamos contar con máquinas caseras que hagan ese trabajo por nosotros, ¿no?
El hidrógeno tiene un amplio futuro como energía limpia y ya se ha utiliza en pequeños aviones eléctricos, automóviles o autobuses.