Escuela en casa: cómo replantear su significado con éxito.

Por: Redacción

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Por Silvia Jazmín Sánchez Garay

Problematización de la escuela en casa.

Tenemos que replantear el significado de la escuela en casa, sobre todo por el cambio radical de nuestras vidas tras la pandemia global.

Todo comenzó en noviembre 2019 cuando repentinamente se presentó un virus denominado COVID-19, afectando la salud de toda la población.

Al paso de los meses se convirtió en una amenaza mundial, afectando a todos los sectores públicos y privados, sin distinción

Se estableció el distanciamiento social y, al principio, desconcierto y cierta comodidad.

Sin embargo, en el proceso emergió debilitamiento económico y emocional generalizado.

El Secretario de Educación encabezó el proyecto «Aprende en casa», utilizando la tecnología y el trabajo colaborativo entre alumnos, padres de familia y docentes.

Aproximación al significado de escuela en casa desde una visión relacional.

Diferentes miradas de la escuela: Alumnos (obligación y/o superación). Padres de familia (para ser alguien en la vida).

Docentes (impartir conocimientos). Teóricos (potencializar las capacidades).

En general, la definición de «casa/hogar» es el espacio donde se cubren las necesidades básicas de alimento, descanso, vestimenta, convivencia, etc.

Esto muestra la desarticulación entre escuela-casa, haciendo complejas la organización entre actividades escolares y dinámicas familiares. Surgen conflictos, inconformidad o deserción escolar.

Dicho engrane forzado (escuela-casa) propicia emitir juicios demeritando el esfuerzo: Padres de familia: «hago el trabajo del maestro»; docente: «en casa no hay apoyo».

Ante la ausencia del edificio escolar, se vuelve necesario replantear el significado de la escuela.

Una clave fundamental es la empatía y corresponsabilidad entre alumnos, padres de familia y docentes.

Que por medio del trabajo colaborativo se logre no solo «salvar» el ciclo escolar, sino vincular la escuela con la realidad (casa).

Tanto docentes como padres de familia, deberán mantener el seguimiento y continuidad de cada alumno (a).

¡Tener disposición a una comunicación basada en la honestidad!

Esto permitirá comprender mutuamente la situación que viven todos: el educando, padre de familia y docente.

Y, por último, fortalecer la situación emocional reconociendo el trabajo realizado alumno-padre de familia hacia al docente y viceversa.

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