Ratoncito Pérez: hablemos de regalos que dejan huella.

Por: Redacción

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Por Miss Deyanira.

¿Qué le pasó al Ratoncito Pérez?

Hablemos del Ratoncito Pérez y de las sensaciones más bonitas del mundo.

Para mí es ver a un niño sonreír, apreciar su sonrisa, su ilusión, su gratitud, los gestos que expresan cuando algo les causa mucha sorpresa. ¡Es una sensación incomparable e inigualable!

¿Pero qué sucede cuando se pierde ese mágico momento por la gran cantidad de regalos que les damos durante el año?

Damos regalos en su cumpleaños, los Reyes Magos hacen su trabajo, Navidad, primera comunión…incluso hasta cuando cumple el hermano para no hacerle sentir celos.

¿Hasta ahí nos sentimos identificados?

Bueno, ¡vamos bien! Hablemos de Ratoncito Pérez, el que ya no trae una moneda por diente, el que no deja cartas de felicitación por crecer o por mantener muy limpios sus dientes o tal vez una golosina de premio.

Ha llegado a mis oídos que ahora el ratón premia con grandes cantidades de dinero, billetes que los niños aún no saben el valor. ¿Viajes a Disney?

Acostumbrar a los niños a recibir regalos de alto valor genera impacto negativo en nuestros niños, veo y escucho a niños de competencia por el mejor y más caro regalo, los zapatos más caros, las consolas de última generación, la mejor tablet, iPhone a los 8 años?  

En esta nota, me gustaría compartirte unos de los mejores regalos del mundo y que te aseguro dejaran  huella, hermosos recuerdos que perdurarán.  

Regala notas escritas: Déjale una nota que puede leer al despertar, al comer su lunch, al entrar al baño. ¡Sorpréndelo con amor!

Regala abrazos: ¡Junta corazones! Hazlo sentir protegido.

Regala sonrisas: Mira observa a tu hijo sin decir palabras y sonríele, verás que bonita sensación.

Regala a tu hijo lo más valioso para él o ella: tiempo. ¿Cuánto tiempo le has regalado? ¿Cuánto tiempo pasas con él o ella? ¿Cuánto tiempo de calidad y de aprendizaje mutuo?

¡Juega con ellos! Que no te importe si te ensucias. Escúchalo reír cuando inventas historias con sus juguetes. Porque esos momento son invaluables y sin duda el mejor regalo.

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