Por Belem Capetillo
Si tu niño se distrae o aburre con facilidad, ¡la técnica Pomodoro lo hará todo más fácil! Un método de estudio de gran utilidad.
¡Y no hace falta que tu pequeño y tú pierdan la paciencia antes de conseguir aprender una nueva lección!
Este famoso método fue creado Francesco Cirillo a finales de los años 80 con la intención de mejorar su rendimiento en época de exámenes.
Y, aunque fue, en aquel entonces, muy popular entre universitarios, la realidad es que la técnica Pomodoro es igual de efectiva para estudiantes de todas las edades.
Consiste en administrar nuestro tiempo dividiéndolo, estratégicamente, en fragmentos (a los que llamamos «pomodoros»). Y aunque se han ajustado las cualidades del método según las necesidades de cada nivel educativo, mantiene su esencia.
Hay algunas apps gratuitas que hacen el conteo de pomodoros por ti, también puedes hacerlo con un cronómetro e ir avisando a tus pequeños cuál es la actividad que les corresponde hacer en cada momento.
¡Elige la que consideres que es tu mejor opción e inicia ya con la técnica Pomodoro!
Así es como podrías ajustar el horario escolar de tu pequeño: 25 minutos de enfoque total, un descanso de 5 minutos, de nuevo 25 minutos para concentrarse solo en aquella materia y 5 minutos más de descanso. Luego de 4 pomodoros (de 25 minutos), se recomienda un descanso de 15 o 20 minutos.
También puedes implementar la técnica Pomodoro dividiendo el tiempo por horas: 20 minutos de estudio, 10 de descanso, otros 20 de estudio, 10 más de descanso. Luego de 3 horas, un descanso de 1 hora para comer y tomar una siesta.
Este método beneficia tanto la concentración y la memorización como el estado de ánimo de los niños pues comprenden que su esfuerzo es reconocido con un break y algo de diversión.
¡Ponlo a prueba y ajústalo según la rutina de tu pequeño!