Por Belem Capetillo
Mucho se ha dicho acerca de que los videojuegos fomentan la violencia, que vuelven más agresivos a sus jugadores, pero ¿es eso cierto? Esto es lo que dice la comunidad científica y así es como puedes controlar lo que tus hijos ven.
No podemos satanizar todos los videojuegos, hablamos de los videojuegos de temática violenta y su impacto en niños. Al respecto, un estudio publicado en la revista Developmental Psychology, asegura que los adolescentes se vuelven más agresivos tras interactuar durante años con este contenido.
Por otra parte, la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), afirma que no hay suficiente evidencia científica para concluir que hay un nexo entre este tipo de títulos y el comportamiento violento de algunos menores.
Lo que Sandra L. Shullman, presidenta de la APA, asevera es que atribuir la violencia a los videojuegos es restarle atencióna a otros muchos factores que inciden sobre esta conducta. Pero eso no quiere decir que recomendemos los videojuegos violentos.
Nuestra sugerencia es que limites el tiempo que tus hijos pasan frente a la pantalla y que elijas el contenido al que tienen acceso. Para eso, nada mejor que guiarte por el Sistema Mexicano de Equivalencias de Clasificación de Contenido de Videojuegos, cuyos cambios, por cierto, entraron en efecto a partir del 27 de mayo de 2021.
Clasificación A. Se trata de títulos aptos para todo público. No incluyen referencia de violencia sexual o intensa. Los videojuegos que puedes compartir con los más pequeños.
Clasificación B. Contenido para adolescentes a partir de los 12 años. Puede que contenga lenguaje soez moderado y violencia ligera, pero no incluye contenido sexual.
Clasificación B15. Videojuegos aptos para adolescente a partir de los 15 años. Contiene violencia moderada y referencias de alcohol, tabaco y drogas, además de contenido insinuante.
Clasificación C. Estos títulos solo son aptos para mayores de 18 años. Suele contener violencia intensa, derramamiento de sangre, contenido sexual y lenguaje soez fuerte.
Clasificación D. Es contenido extremo y adulto. Hay violencia intensa y contenido sexual gráfico. Se muestran cuerpos desnudos y se fomenta el juego de apuestas. Son videojuegos solo para adultos y bajo discreción.
Controlar el contenido al que tus hijos tienen acceso es cuidar de su inocencia y evitar la sexualización de los niños.