Los ríos se secan durante una parte del año, ¿lo sabías?

Por: Redacción

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¡Sí! La mayoría de los ríos se secan por temporadas, pero es normal.

Es un hecho: la mayoría de los ríos del mundo se secan durante una parte del año. Cursos de agua intermitentes que forma ecosistemas muy valiosos y que, desgraciadamente, están mal gestionados.

En el mundo hay unos 64 millones de kilómetros de ríos y arroyos, de los cuales hasta un 60% se seca una parte del año.

Esto según un estudio de la Universidad McGill (EE.UU) y el Instituto de Investigación en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia, publicado en la revista Nature.

En éste, los científicos trazan un mapa de los ríos no perennes para evaluar futuros cambios de los caudales para determinar y supervisar su papel en los ciclos de agua, la bioquímica y el apoyo a la diversidad biológica.

«Teniendo en cuenta el continuo cambio climático y de uso del suelo, se espera que una proporción cada vez mayor de la red fluvial mundial deje de fluir estacionalmente en las próximas décadas», según Bernhard Lehner, coautor del estudio.

Consecuencias del cambio climático.

Muchos que eran perennes, incluidos tramos de ríos emblemáticos como el Nilo, el Indo y el Colorado, se han vuelto intermitentes en los últimos 50 años debido al cambio climático.

También influyen las transiciones en el uso de la tierra o a la extracción temporal o permanente de agua para el uso humano y la agricultura, explicó el experto.

Los investigadores identificaron las características ambientales más importantes para determinar si un río deja de fluir en 5,615 lugares del mundo.

Además, comprobaron que estos cauces no solo se dan en lugares áridos, sino también en climas tropicales e incluso en el Ártico.

La mayor parte de la ciencia del agua dulce se había centrado hasta hace una década en el funcionamiento y la conservación de las masas de agua perennes, pero los científicos han empezado a darse cuenta de las importantes consecuencias del cese del caudal en los ríos y arroyos.

Un descuido que conduce a un bombeo excesivo de agua, a la contaminación y a la sobrepesca en muchos casos, pero este estudio, según sus autores, impulsa el reconocimiento de su prevalencia e importancia ecológica por parte de la comunidad científica.

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