Por Belem Capetillo
Un examen pone nervioso a cualquiera, pero si nos preparamos con suficiente tiempo de antelación y del modo correcto, podremos respirar tranquilos y hacer frente a cualquier prueba escolar. Por eso te compartimos estas 4 técnicas de estudio que te van a ayudar.
Para algunos, abrir los apuntes y retener la información es «pan comido», otros comprenden la lección a la primera y nisiquiera dedican un tiempo a estudiar para el examen, pero también hay quienes necesitan seguir al pie de la letra algunas estrategias de aprendizaje.
Revisemos las siguientes técnicas y, de acuerdo a su descripción, podrás elegir la que mejor se ajuste a tu forma de aprender. Se trata de acciones y actividades concretas que ayudan a los estudiantes a mejorar su trabajo intelectual.
Reformula tus apuntes. Algunos días antes de tu examen, reescribe tus apuntes asegurándote de subrayar las palabras clave. Lo importante es que eches a volar tu imaginación y uses mapas conceptuales, dibujos o cualquier otro esquema para plasmar tus ideas.
Grábate. Sobre todo si tu canal de aprendizaje es el auditivo. Así como te aprendes las canciones, repasa tus apuntes. Repite las partes que destacan de tus apuntes y asegúrate de escucharlo una y otra vez. Esta técnica tiene el plus de que, con unos audífonos, puedes seguir estudiando donde quiera que te encuentres.
Haz un simulacro de examen. Quizá tienes acceso a exámenes de otros años o, sencillamente, crea una prueba con tus apuntes y respóndela sin revisarlos. Toma en cuenta cuál es el estilo de los tests de tu profesor y en qué suele centrar la atención a la hora de crear sus exámenes.
Cambia de lugar. Aunque parece que lo ideal es buscarse un rinconcito de la casa para estudiar, estudios científicos demuestran que no hay mejor forma de estimular al cerebro que ir cambiando de espacio cada determinado tiempo. Eso sí, elige sitios con buena iluminación y bien ventilados.
Ahora sí, con estos métodos estás más que listo para aprobar cualquier examen (por difícil que parezca). Recuerda combinar técnicas para memorizar con la comprensión que suele tener lugar durante las clases. Relájate y ¡éxito!