Enrique Krauze recibió el III Premio de Historia Órdenes Españolas en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, por parte del Rey Felipe VI de España.
El rey destacó sus palabras lógicas y claras, que contribuyen y reflejan la cercanía de México y España y todo lo que significa la herencia común de ambas naciones.
En el marco de los 500 años de la conquista, el historiador recordó que esa gran civilización no era la arcadia que pinta la historiografía indigenista, pero tampoco el infierno de la contrapartida hispanista.
También habló del mestizaje que algunos niegan, demeritan o relativizan, pero que fue el mejor legado de Nueva España a México.
«La historia no es un tribunal. Nadie abraza ya la explicación providencialista de los vencedores o la fatalista que se atribuye a los vencidos», afirmó el galardonado.
También asistieron el ministro español de Justicia, Juan Carlos Campo y la directora de la Real Academia española de Historia, Carmen Iglesias.
El también director de Letras Libres fue galardonado por su visión independiente de la historia mexicana, donde conjuga elementos indígenas con la cultura cristiana recibida de Europa.
Sus escritos responden al vivo interés que le provoca el destino de Latinoamérica, aspirando a que imperen la democracia, la ley y la libertad sobre fanatismos.
«Hago votos para que siempre, sobre los designios del poder, impere la vocación del saber. Que nunca más el odio impida el diálogo», dijo Krauze.
Pedro de Borbón Dos Sicilias, presidente del Consejo de las Órdenes Españolas, lo calificó como un gran intelectual comprometido con los problemas de nuestro tiempo.
Este premio reconoce la trayectoria de autores cuya obra esté relacionada con lo hispánico y su proyección en el mundo.
¡Felicidades a Enrique Krauze! Una figura de larga trayectoria e influencia en la cultura mexicana.