¿Por qué celebramos el Día de San Patricio? Una festividad de origen irlandés que se ha expandido por el mundo, usando el color verde o esmeralda, así como tréboles y, por qué no, brindar con cerveza.
Esta celebración surgió en 1631, siendo en aquellos días una fiesta meramente religiosa que conmemoraba la muerte de un misionero al que se le atribuye la difusión del cristianismo en Irlanda: San Patricio.
De hecho sigue siendo algo sagrado entre los fieles irlandeses, pero gracias a los migrantes que se embarcaron para una nueva vida en América, sentaron las bases para una celebración de gran fiesta y colorido.
Nostalgia por su tierra natal, devoción, pero también de alegría y transformación. Al punto que son famosos los desfiles y fiestas conmemorativos en los que la cerveza y los atuendo color verde, no pueden faltar.
Es difícil separar la historia de las leyendas, pero n sus memorias espirituales, “Confessio”, San Patricio describe cómo llegó a Irlanda siendo un esclavo, hasta que logró escapar.
Se reunió con su familia en algún lugar de la Gran Bretaña, probablemente Escocia. Y es ahí donde comenzó a soñar con «la voz de los irlandeses» que le pedían regresar a ellos para bautizarles y ser su ministro. ¡Y lo hizo!
Los fieles reverencian el relato de este sueño y aceptan la sencillez y el fervor de sus palabras, que están agradecidos por su compromiso desinteresado con el bienestar espiritual de Irlanda.
Por ello, en Irlanda, siglos después de la muerte de San Patricio, los irlandeses continúan mostrando su gratitud por su santo patrón vistiendo un ramillete de tréboles el 17 de marzo.
Empiezan el día con una misa, seguida de una fiesta que dura todo el día. Por la noche, la oración y la reflexión. Mientras tanto, en Estados Unidos u otros lugares del mundo, la celebración por sí misma.
¿Sabías que fue en Boston donde se llevó a cabo el primer desfile del Día de San Patricio, en 1737? Le siguen las ciudades de Nueva York en 1762 y Chicago desde 1962.