Cada Halloween los niños piden dulces de puerta en puerta. La frase trick or treat es una tradición en países anglosajones, aunque acá se acostumbra cantar que «la calaverita tiene hambre».
¿Pero de dónde viene la frase?
Trick or treat se le atribuye a Stingy Jack, o Jack el tacaño, un granjero protagonista de una famosa leyenda irlandesa.
Se cuenta que Jack tenía el alma tan, pero tan negra, que el mismo diablo quiso comprobar que en verdad existía un hombre así.
Para ello, el diablo se disfrazó de hombre y se dirigió hasta el pueblo de Jack, encontrándolo en una taberna para sentarse a beber con él.
Después de mucho beber, el diablo reveló a Jack su identidad y le comunicó que, claro está, debía llevárselo al infierno para que pagara por sus pecados.
«¡Oh, vaya!», exclamó Stingy Jack. «Siendo así, concédeme antes una última ronda», a lo cual el diablo accedió.
¿Pero quién iba a pagar la cuenta? El diablo no llevaba dinero consigo y Stingy Jack, pues, le apodaban el tacaño por una razón. Entonces retó al diablo a demostrar sus poderes.
«¿Cómo sé que eres el diablo? ¡Te creería si te conviertes en una moneda!» El diablo rió por la ocurrencia y ¡zas!, se convirtió en una moneda.
Jack la cogió de inmediato y la metió en su bolsillo junto a un crucifijo de plata, aprisionándolo hasta que prometiera que no le molestaría por un año. Y así fue.
Al año, el diablo regresó para llevarse a Jack, pero nuevamente se le ocurrió un truco: le pidió que subiera a un árbol para tomar una manzana, pues quería disfrutar de una última comida.
El diablo accedió, y cuando estaba en lo alto del árbol, Jack talló rápidamente una cruz en su tronco para que no pudiera escapar.
Entonces le exigió al diablo no ser molestado durante 10 años, y que nunca volviera a reclamar su alma a cambio de liberarlo. ¡Qué buen trato hizo Jack!
Aunque tuvo mala suerte: murió antes de esos diez años, y llegado a las puertas de San Pedro, no lo dejaron pasar al cielo por sus pecados, así que fue enviado al infierno.
¡Pero ahí tampoco podía pasar porque por el pacto que hizo con el diablo, éste no podía reclamar su alma!
Así que el diablo, que seguía muy enojado, le arrojó a ese bribón granjero unas ascuas ardientes, mismas que Jack pudo recoger con un nabo hueco, usándolo como linterna para alumbrar su camino.
Desde entonces, a ese espíritu que vaga eternamente, se le conoció como “Jack of the lantern”, o sea, Jack O’Lantern.
Cuando la tradición llegó a América, la gente comenzó a usar calabazas iluminadas por dentro con velas, imitando así las ascuas de la linterna de Jack.
Éstas no sólo alumbran el camino, sino que evitan que Jack O’Lantern toque a tu puerta y te proponga un truco o un trato. Trick or treat!