“La familia es nuestra primera escuela de amor”
Anónimo
Existe algo llamado educación emocional, que puede entenderse como la forma en que los niños y niñas aprenden de su familia cómo expresar sus emociones y sentimientos.
La familia como primer acercamiento de un niño a la sociedad es la principal fuente de aprendizajes para la vida. Las figuras paternas son los modelos de comportamiento con otras personas, y no sólo de comportamientos sino de aquellas formas de expresar lo que mueve al mundo: las emociones.
Las emociones se diferencian de los sentimientos principalmente por 3 características: las emociones son de aparición repentina, son de gran intensidad y son pasajeras.
Por otro lado, los sentimientos son estados afectivos relativamente permanentes, que se instalan en nosotros y tiñen con su afecto una situación o relación.
Expresar lo que a uno le pasa no es fácil, pero todas las emociones tienen alguna función. Las emociones expresadas dentro de la familia son las primeras interacciones a las que se enfrentaran niñas y niños.
Desde que los niños son pequeños, los adultos iniciamos este proceso, tanto en forma explícita (diciendo cómo pueden o no expresar ciertos sentimientos) como en forma no explícita, a través de nuestra forma de ser. Así, cada niño formará su propio carácter.
Es natural tener la necesidad de sentirse querido. Cada familia tiene su propia forma de demostrar emociones y sentimientos. El lenguaje resulta de lo más relevante para este aspecto, las palabras y el lenguaje corporal son las formas de generar un sentido de pertenencia y una forma de establecer relaciones con otros.
La educación emocional es un proceso donde se sigue aprendiendo de forma permanente. En las diferentes etapas de la vida las personas ocupamos este recurso que nos sirve para responsabilizarnos del trato a los otros y generar una convivencia sana en cualquier escenario.
Referencias:
Chóliz M. M. (2005). Psicología de la emoción. El proceso emocional.
¿Te suena familiar? Expresar los sentimientos. Manual UNICEF.