Por Karina Gómez Salgado
Uno de los acontecimientos más importantes y recordados de la historia de México es el de la Expropiación Petrolera. Un acto a través del cual se nacionalizó la industria petrolera de nuestro país, después de tantos años manejadas por empresas extranjeras.
Expropiar se refiere a «la adquisición por parte de una organización pública, que es el Estado en la mayoría de los casos, de un bien anteriormente considerado de propiedad privada» (Sánchez, 2018), lo que nos lleva a entender el principal objetivo de este suceso histórico.
El sindicato de la industria petrolera presentó una serie de peticiones entre ellas: el trabajo de la semana laboral de 40 horas; recibir el sueldo durante enfermedades; indemnización familiar en caso de muerte o incapacidad total, salario mínimo de cinco pesos, jubilaciones, entre otras.
Pero al no cumplir con lo solicitado hizo que se convirtiera en la razón principal del conflicto.
Un 18 de marzo de 1938, al estar en la presidencia del país Lázaro Cárdenas del Río, se realizó un decreto donde decía que se expropiaban a 17 compañías extranjeras que operaban en México, por lo que los hidrocarburos que se extraían formaron ahora parte de los mexicanos.
Después de transcurridos 3 meses, un 7 de junio, se creó la empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX), quien controlaría el valioso oro negro de nuestro país.
El entonces presidente de México tomó propiedad de las instalaciones, refinerías, estaciones de distribución, etc., para que fueran trabajadas por los mexicanos con las condiciones adecuadas que estaban solicitando.
Al principio no fue fácil, ya que los especialistas petroleros que manejaban las industrias eran extranjeros y también no les permitían adquirir lo necesario como refacciones para activar las empresas petroleras.
Finalmente, esta lucha realizada por los mexicanos para los mexicanos trajo grandes beneficios para la economía de nuestro país, ya que de ahí se generaron recursos para construir carreteras, hospitales, escuelas, etc.
¡Recordemos que pequeñas acciones pueden traer grandes beneficios!
Luchar y defender nuestros recursos y nuestros ideales son reflejo de que queremos ser mejores cada día. Seamos parte de ese México que queremos para nosotros y para las futuras generaciones.