Celebrar el Día de la Educadora es importante porque se trata de un reconocimiento a su esfuerzo y dedicación, misma que demuestran cada mañana en las aulas, sean físicas o virtuales.
En preescolar los menores desarrollan habilidades y destrezas para llegar al objetivo deseado por los padres, resolviendo necesidades mediante planeaciones sistemáticas y fundamentadas.
¡Su desarrollo es lo más importante!
Son muchas las cosas que los niños aprenden con la guía de la educadora, quien prepara y preve ambientes de aprendizaje para que los niños tengan experiencias significativas
Parte del trabajo es desarrollar competencias, afectivas, sociales, lingüísticas, motoras, cognitivas y artísticas, así como favorecer sus hábitos de higiene. ¡Conocimientos útiles en su vida!
El origen del Día de la Educadora se remonta a 1782, fecha en la que nació el pedagogo alemán Federico Froebel, considerado como creador de la educación preescolar y del concepto de jardín de niños.
En 1837 se abrió la primera guardería, donde los niños eran considerados como pequeñas plantas de un jardín.
De este modo, el maestro es como el jardinero que las procura y alimenta para que tengan un óptimo crecimiento.
Para Froebel, el infante se expresa mediante actividades de la percepción sensorial, el lenguaje y los juguetes, asociando todo ello a naturaleza y la vida.
Todo maestro debe conocer los diferentes grados de desarrollo de las personas para llevar a cabo su tarea con éxito: etapas de desarrollo infancia, niñez, pubertad, juventud, madurez.
Así, una educadora fomenta en las niñas y niños el deseo de conocer, el interés y la motivación por aprender.
Por la paciencia, el compromiso y la lucha diaria, hoy celebramos a muchas mujeres (y cada vez más hombres) educadoras. ¡Feliz Día de la Educadora y gracias por su esfuerzo!