Por Belem Capetillo

¡Hablemos de la crianza positiva!

Tan diversos son los estilos de crianza como las necesidades de cada uno de los niños. Sin embargo, algunos modelos educativos resultan particularmente benéficos para el desarrollo intelectual y emocional de los pequeños, como es el caso de la crianza positiva.

Se trata de una serie de pautas que ponen el foco en el desarrollo de la autonomía del niño, quien participa en algunas de las decisiones que tienen que ver con su futuro. Se usa la conexión padre-hijo y se entrena la inteligencia emocional del menor.

La crianza positiva trata de hábitos para encontrar el equilibrio entre libertad y límites. La forma en que los padres reaccionan a las emociones de sus hijos juega un papel clave en esta modalidad educativa.

Pautas de la crianza positiva.

• Predicar con el ejemplo. Suena a cliché, perono puedes exigir que tu hijo respete a sus mayores si nolo haces tú también. Los niños necesitan vivir los valores que se les inculcan.

• Sin castigos físicos. La crianza positiva, como su nombre lo dice, es un método de enseñanza sin violencia. No se concibe la idea de golpear o amenazar a los pequeños.

• Los berrinches no se ignoran, se gestionan. La recomendación es indagar en las razones de su molestia y acompañarlos en el proceso de identificar y liberar la carga emotiva.

¿Cuáles son sus ventajas?

• Un hogar sin gritos. La crianza positiva cambia el clima familiar, pues, dado que no se recurre a los gritos y a los reclamos, el hogar se convierte en un lugar seguro para el desarrollo de chicos y grandes.

• Forma niños con alta autoestima. Se les permite ser ellos mismos, se les respeta somo seres individuales y, en consecuencia, se relacionan mejor en cada uno de los sistemas a los que pertenecen.

• Niños exitosos. La crianza positiva reconoce sus logros, de modo que siempre van por más, sin prisa (y sin presión) pero sin pausa. Este modelo de enseñanza permite criar pequeños que crecen a partir de sus propias expectativas.

Prueba este estilo de crianza en casa y experimenta los beneficios tanto para tus niños como para ti. Verás que te sientes mucho más tranquilo siendo un padre que desarrolla y pone en práctica la empatía y el amor. Favorece la salud física y emocional de todos en casa.