Por Denisse Mares Rangel
¿Qué es el aprendizaje significativo, con qué se come?
Se trata de un proceso en el que nuestros conocimientos, ideas y experiencias que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida, se encuentran con nuevos conocimientos: nuestro cerebro negocia entre lo que sabemos y lo aprendido para adquirir conocimientos más complejos.
Suena un poco extraño, ¿cierto?
Pero aprendizaje significativo es un proceso que hacemos todo el tiempo. Te has preguntado ¿cómo aprendemos?
Inicialmente, cuando éramos bebés aprendimos a través de los sentidos: la vista, el tacto, el oído, el gusto y el olfato. Después entramos a la escuela y continuamos aprendiendo a través de muchas materias y esos conocimientos fueron cada vez más formales.
En casa aprendimos que dos manzanas son más que una, pero en el colegio aprendimos que uno mas uno es igual a dos: aprendimos a sumar de una manera formal.
En ese momento los conocimientos de casa se combinaron con las matemáticas y nuestro cerebro complementó nuestros conocimientos previos con los nuevos.
A lo largo de nuestros estudios vamos relacionando conceptos previos con los nuevos, pero a veces sucede que queremos aprender memorizando y es probable que nos funcione.
Sin embargo, este aprendizaje no será asimilado con efectividad y pronto lo olvidaremos ya que no somos una computadora que pueda contener tanta información sin confundirse. Y un aprendizaje significativo nos va a garantizar que estamos aprendiendo y que toda la nueva información nos será útil.
Un ejemplo muy sencillo, si nuestro conocimiento no es significativo, podemos creer que las matemáticas no nos sirven en la vida cotidiana, no estamos conscientes de que las utilizamos todo el día.
Desde que nos levantamos y calculamos el tiempo para salir de casa para el trabajo o la escuela; cuando pagamos y recibimos cambio, cuando calculamos el tiempo y la distancia para atravesar una calle, ¿te das cuenta?
En las acciones de nuestro día a día, están presentes las matemáticas y cuando nos damos cuenta, es cuando sucede la magia del aprendizaje significativo.
Lo que necesitamos para aprender significativamente es realizar un proceso activo, o sea dar significados personales a todo o que vayamos aprendiendo.
Por ejemplo, si vemos un tema nuevo, podemos recordar lo que sabemos de éste, a lo que nos suena, qué idea tenemos, de qué se trata, y con seguridad algo debemos conocer.
Ya con el nuevo conocimiento nuestro cerebro hace una negociación: información anterior + nueva información = aprendizaje significativo. Esto nos garantizará que estamos ampliando nuestro conocimiento, dando pie a conocimientos más complejos que podremos aplicarlos todos los días.
El aprendizaje significativo requiere, además de materiales significativos, una buena actitud para aprender significativamente. El aprendizaje sin atribución de significados personales, sin relación con el conocimiento preexistente, es mecánico y no significativo.
Ahora que lo sabes aplícalo en todo momento y recuerda que somos eternos aprendices, en la escuela, en la casa, en el trabajo y en la vida.